Yacimientos No Convencionales; el paracaídas de la economía.

Técnica del fracking

Torre de perforación petrolera

 Desde junio del año pasado el precio internacional del petróleo ha vivido una caída libre que ya ha tocado los $50 dólares por barril. Ya son 6 meses desde que el precio comenzó a caer sin dar pausa y con pequeñas alzas que en ocasiones parece ser la esperanza.

Ante la caída de los precios las empresas reevaluaron sus presupuestos para el 2015, es el caso de Ecopetrol que ante la situación opto por recortar un 26% las inversiones del año. Este porcentaje significa más de $3.000 millones de dólares en procesos de exploración y búsqueda de nuevos pozos que ayuden a mantener la producción.

Hoy las empresas analizan varias salidas que les permitan mantener la producción mientras se aguarda por la estabilización del precio internacional del crudo.  Esto sucede justo cuando en Colombia se vive un importante debate sobre los procesos de facturación hidráulico para Yacimientos No Convencionales,  una alternativa que aunque tiene muchos detractores puede significar la salida para mantener la autosuficiencia energética.

Colombia tiene un potencial de más de 2400 millones de barriles de petróleo atrapado en Yacimientos No Convencionales. (Lea: Tras las reservas de los Yacimientos No Convencionales en Colombia).

Con la caída del precio del barril petróleo llega el principal obstáculo para la exploración de nuevos pozos, la disminución de los presupuestos de las empresas para tal fin,  construyen un escenario complejo. Si no hay ganancias por barril, no hay dinero para exploración, sin exploración se cierra la puerta a nuevos pozos y sin nuevos pozos la producción indiscutiblemente comienza a caer.

Las expectativas en Colombia para este año son las mismas del 2014 lo que deja ver una actitud prudente por parte del gobierno que es consciente de la situación que afronta y de los 6.000 millones de dólares que dejaría de recibir el estado.

Con la producción de los Yacimientos No Convencionales es posible alargar la vida de esos ingresos con los que se hacen cientos de proyectos en Colombia.

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